miércoles, 27 de octubre de 2010

Final para “Donde su fuego nunca se apaga”:

Entonces cuando se percató de que estaba en el último pasillo del hotel se dijo: no puede ser cierto, al momento salio oscar por la puerta de la única habitación había en el pasillo el le dijo: ya sabes que no puedes huir de mi, no lo hagas mas difícil vamos a entrar ella estaba pasmada no sabia que hacer, ya no había otro recuerdo, otro lugar, solo estaba esa habitación, con ese moribundo que tanto la atormentaba, de repente una fuerza que no conocía la llevo al aposento, allí una cama con una sabana roja, el difunto adornado de una gran putrefacción y le dijo: vamos Harriet sumerjámonos en amor como nuestra primera vez y ella llorando se negaba hasta que vino un viento recio que golpeo la puerta y se quedo cerrada de modo que ella por mas que forzara no la podría abrir, desde entonces solo se le escuchan llantos y crujir de dientes.

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